Qué es el BioConcreto
Tras nueve años de investigación y desarrollo, un equipo de la Universidad Técnica de Delft (TU Delft) presentó los avances de un prototipo de concreto que se repara a sí mismo (Self-healing Concrete), gracias a la adición de bacterias en su formulación, las que podrían “picar” ingredientes presentes en la mezcla para reparar progresivamente pequeñas grietas y agujeros.
La fórmula desarrollada por la TU Delft va más allá de reparar desperfectos meramente estéticos, pues si estas grietas crecen, permiten el paso del agua corroyendo el acero reforzado y no sólo comprometen las cualidades mecánicas de la estructura, sino también fuerzan a que los ingenieros exijan mayores cantidades de acero reforzado en sus cálculos, aumentando los costos finales de producción.
“Creo que éste es un muy buen ejemplo de cómo unir la naturaleza y la construcción en un nuevo concepto”, explicó a CNN el profesor e investigador del TU Delft, Henk Jonkers.
El bioconcreto o concreto bacterial, como ha sido conocido mediáticamente, incorpora bacterias bacilo en la mezcla básica del concreto desarrollo por la universidad holandesa, produciendo esporas que pueden sobrevivir hasta cinco décadas sin alimento ni oxígeno, según explicó Jonkers a The New Scientist en 2010, cuando la investigación había salido airosa de sus primeros experimentos un año atrás.
¿Cómo funciona?
Para efectuar la reparación, las bacterias bacilo se almacenan dentro del concreto en cápsulas hechas de plástico biodegradable, las cuales se abren al entrar en contacto con el agua, una vez solidificada la mezcla. Las bacterias se almacenan de lactato de calcio y producen piedra caliza, la materia que repara el concreto.
El equipo de investigadores actualmente trabaja poniendo a prueba las distintas capacidades de las bacterias de responder ante ataques de sulfato o amplias oscilaciones térmicas. Asimismo, buscan reducir su costo de producción para convertirse en una alternativa accesible frente a la oferta actual, pues sus potencialidades de explotación comercial son amplias: desde edificios residenciales hasta la construcción de “contenedores subterráneos de residuos peligrosos, ya que las personas no tendrían que acercarse para reparar las grietas producidas”, según explica el MicroLab de la TU Delft.
Fuentes
Delft university of technology
BBC Latino